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| Foto: Fernanda Xavier |
No sé dónde estoy ni cuando estoy.
Mi cuerpo entero mi duele. Parece que ayer me golpearon 190 milliones de personas.
Después de algunos segundos en limbo, me acuerdo que hoy es domingo, si no me equivoco, el primer domingo de octubre de un año aleatorio.
Salgo con la pereza habitual de la cama. Siempre fue una tarea penosa levantarme, pero es mucho peor ahora, porque tengo que estar listo para salir de casa.
Mentalmente hago una lista de mis cosas que tengo que tomar. Necesito mi sombrero de paja, no quiero calentarme la cabeza.
Carajo! No puedo encontrar mi tarjeta fidelidad, mi tarjeta de miembro comic permanente, sin ella nada funcionaría este día.
Empiezo a sentir la ira extendiendo a través de mi cuerpo, la sensación de impotencia me consume...Me acuerdo de la técnica de contar hasta diez, pero ahora hay tantos números en mi cabeza que ni siquiera puedo concentrar...
Finalmente, un anuncio televisivo me hace recordar que el Internet puede salvar mi vida... Puedo usar una invitación electrónica para reemplazar mi tarjetita-fidelidad.
Por lo tanto, ya me pongo a calmarme, después que todos los discursos cacofónicos terminaron...
Terminarán, también, las caminatas de triunfo de aquellos que caminan tomados de la mano, olvidando que ataron a su mano derecha, su mano izquierda.
Esas sonrisas diseñada como Barbie. Barbaries.
Todos son ganadores en este día, incluso cuando el juego fuerza alguien a perder...
O, entonces, son todos perdedores...Incluso aquellos que creen que están ganando solos...
Listo. Estoy listo para salir de casa, afortunadamente no hay necesidad en preocuparme de poner mi nariz de payaso... Parece que naci con ella!
